1 pollo troceado, 2 cebollas grandes, 2 patatas grandes, 300 g de champiñones, 250 ml nata al 35%, 250 ml de vino blanco, 20 ml aceite de oliva, cebollino o perejil picado, sal y pimienta.
Salpimentamos el pollo troceado y los sofreímos a fuego fuerte en la olla con el aceite de oliva. Buscamos que se dore por fuera. Sacamos el pollo lo más escurrido que podamos y lo reservamos.
Picamos las cebollas en brunoise, muy picadita, y salaldas las rehogamos en ese aceite a fuego flojo. Los champiñones los limpiamos con un trapo, les quitamos toda la tierra y si son muy grandes los cortamos por la mitad. Cuando la cebolla esté transparente añadimos los champiñones y los rehogamos durante 10 minutos.
Mientras mezclamos el vino blanco con la nata al 35 % de materia grasa con la batidora.
Ponemos el pollo en la olla y añadimos la mezcla blanca y lo hacemos 30 minutos.
Mientras pelamos las patatas y las cortamos en dados irregulares de entre 3 y 5 centímetros de grosor. Las freímos de pocos en pocas para controlar el dorado.
Añadimos las patatas al pollo y dejamos 10 minutos más para homogeneizar todos los sabores.
Servimos decorando con perejil o cebollino picados. ¡¡Que aproveche!!
Si tenemos hojas de gelatina las hidratamos durante 15 minutos con el zumo. Extraemos las hojas de gelatina del zumo y las escurrimos. Diluimos en el zumo caliente, bien sea a baño maría o incorporándola al zumo. ¡Ojo! No tiene que hervir.
Si tenemos gelatina en polvo ponemos a calentar el zumo y cuando empieza a humear retiramos del fuego y disolvemos la gelatina. Dejamos enfriar.
Cuando está templado el zumo con la gelatina añadimos los 200g de leche condensada y homogeneizamos.
Vamos a montar la nata. La nata tenemos que haberla puesto en el frigorífico el día anterior ya que para montar la nata debe estar fría. La montamos con la batidora con la varilla emulsionadora.
Con movimientos envolventes unimos la nata montada con el zumo de naranja, la gelatina y la leche condensada. Poco a poco.
En los envases, donde vayamos a enfriar, ponemos una base de lo que queramos: yo he puesto esta vez caramelo líquido, pero podemos poner lo que queramos, desde gajos de naranja a mermelada…siempre recordando que esto va al frigorífico. Rellenamos los envases y los ponemos al frigorífico.
Presentamos volcando el envase. Decoramos con unos gajos de naranja y ralladura de naranja.